EDC: el paraíso en la Ciudad del Pecado

Escribir reseñas sobre festivales es muy fácil la mayoría del tiempo. Principalmente porque todo está centrado en las mejores presentaciones. Sin embargo, la edición líder de Electric Daisy Carnival (EDC), que se lleva a cabo en Las Vegas, es diferente y una experiencia tan gratificante como emocionante. No hay sensación parecida a la que genera mirar el Autódromo de Las Vegas, incluso antes de entrar. Desde que estás a punto de llegar, sientes la vibra que sólo Insomniac es capaz de generar, pues la emoción por llegar se apodera del ambiente y al entrar, simplemente se intensifica.

Un primer vistazo al cielo eléctrico

En cuanto bajas las escaleras y comienzas a caminar, notas que vivirás una experiencia de otro mundo (sí, el festival es tan grande, que podría ser literalmente otro mundo), pues de inmediato observas las instalaciones formadas por margaritas eléctricas para descansar. El clima es un tema bastante polémico, pero siendo honestos, mientras vayas vestido de acuerdo a la ocasión y tomes agua de manera constante, no es ninguna complicación para divertirte, pues hay bastantes espacios abiertos y llegar de un escenario a otro es toda una aventura un poco largo, pero que disfrutas pues la vista es increíble.

Los escenarios

La producción del festival es casi tan importante como la música, por lo que merece una gran ovación. cosmicMEADOWS es uno de los escenarios más visitados, gracias a su imponente tamaño y aspecto. Alison Wonderland, Major Lazer, Porter Robinson y Slushii fueron algunos de los artistas que se presentaron ahí.

circuitGROUNDS es otro de los escenarios, donde Axwell Λ Ingrosso, Alesso, Galantis, Zedd y muchos más entregaron sus mejores beats y basta con mirarlo para saber que pasarás un momento único y el juego de luces acompañadas de las pantallas enormes son la prueba de ello.

Foto cortesía de aLIVE Coverage

neonGARDEN es el paraíso para los amantes del house y techno. Ser uno de los dos escenarios ubicados dentro de una carpa, no es limitante, sino lo contrario, pues se vive una atmósfera que logra dar la sensación de estar inmerso en otro lugar, que con ayuda de buenos sets, como los de Adam Beyer, Green Velvet, Jammie Jones y Nicole Moudaber, te hacen vivir un momento único. La bola disco al centro, es un gran detalle, por cierto.

Foto cortesía de aLIVE Coverage

wasteLAND albergó durante todo el fin de semana a los amantes del hardstyle, con presentaciones de DJs como Atmosfears, Coone, Da Tweekaz, Gunz for Hire, LNY TNZ y muchos más. Aunque personalmente considero que no logró superar el diseño del año pasado, el escenario asemejaba un ave lucía bastante bien.

Continuamos con, el que a mi parecer, es el escenario más asombroso después del primero, bassPOD. Dubstep, trap, drum & bass fueron los géneros que tomaron el control del espacio donde el fuego y los bajos (que por cierto en nungún momento eran molestos, pero si muy intensos), reinaron durante todo el fin de semana con presentaciones de Boombox Cartel, Borgore, Flux Pavilion, Valenrino Khan, Zomboy y muchos más.

Foto cortesía de Jake West

La propuesta de quantumVALLEY fue una de las más aplaudidas, pues ofreció refugio a todos los headliners amantes del trance (que por cierto vive un gran momento en el país y que promete una noche inolvidable en Dreamstate México), con sets de ATB, Ferry Corsten, Markus Schulz presents Dakota, MaRLo, Paul van Dyk, entre otros.

upside-downHOUSE y los artCARS, fueron también una experiencia sin igual y llenos de sorpresas, principalmente Kalliope, con la excepcional presentación de Kaskade y los sets sorpresa en el nuevo Paliament Art Car.

Foto cortesía de Blaise Joseph

Las atracciones también fueron una parte interesante del festival, pues un carnaval no es lo mismo sin ellas, ¿cierto? Además de la rueda de la fortuna, hay juegos mecánicos para todos los gustos.

No resta mas que recomendarte que asistas al festival el próximo año, pues el nutrido line up, la producción inigualable y la vibra única que hay en el lugar, además de toda la diversión en Las Vegas, lo vale.

Foto cortesía de Jake West

¡Nos vemos pronto bajo el cielo eléctrico!