Las estaciones de radio locales hablaban del evento, todos en Monterrey sabían que estaba sucediendo aunque no asistieran. Hellow Festival se ha ganado un lugar emblemático en las propuestas musicales de la ciudad, llevando a los regios la dósis que necesitan de música en vivo de la música que está siendo tendencia, y en su última edición se notaba en el ambiente.
Los taxistas sabían bien qué sucedía además de quién se presentaría y por los alrededores del Parque Fundidora se veía a la gente desfilar su mejor outfit para un día de festival. La mayoría de los asistentes eran menores de 25 que entraban desde las dos de la tarde con el abrir de las puertas, aunque hacia las cuatro comenzó a llegar la mayoría de la gente a llenar el lugar.
El “EDM Village” acaparó la atención desde el inicio gracias a CID, quien calentó la pista con un set de house bastante chill pero que hacia el final subiría la energía con temas suyos como No!, She Wants The D y Together. Podemos calificar como estupendo su trabajo ya que de cero personas a la apertura del festival, dejó la pista del escenario a un nivel respetable de espectadores. Si el chico sigue haciendo las cosas bien como en “Together”, Monterrey habrá sido de los primeros en verlo.
Kap Slap y Lost Kings mantuvieron el ritmo en el escenario, mientras que Louis The Child y Jai Wolf aunque en el Indie Tent, se encargaron de reventar los bajos de esa sección del festival. Los dos además de sus producciones atascaron sus sets con trap que puso a los regios a sacudirse sí o sí aunque apneas entendieran el ritmo. Hellow ya puede sentirse orgulloso de incluír joyitas que solo encuentran los exploradores de escenarios, como sucede en los festivales más gigantes.
A BURNS le tocó uno de los mejores momentos: el atardecer, y aderezarlo con beats pesados y el EDM que lo convirtió en uno de los remixers favoritos de Calvin Harris. Near Me y When I’m Around You fueron solo unos de los tracks que hizo sonar. Chris Lake brindó un poco de diversidad con House más puro y Tech también.
Borgore simplemente fue una bomba: era increíble la cantidad de gente que coreaba sus tracks como si un montón de fans hubiera salido de la nada. Además, el trap de nuevo hizo bailar a quienes conocían el ritmo y a quienes no, aunque fuera como de perreo. Él se notaba pasó un muy buen rato en el escenario con algo de ayuda del mezcal al que le declaró su amor, y todos los asistentes dejándose llevar. El set estuvo lleno de música para ir hasta abajo lo que hizo que algunos de sus nuevos tracks no fueran escuchados, pero se dio la oportunidad de tomar el micrófono y cantar “100s“.
Vino el turno de R3HAB quien satisfizo el hambre del público por el EDM en su estado representativo de electro y progressive y desde el primer momento puso a brincar a todos con Flashlight. La constante fue esa, y los drops no paraban con sus colaboraciones y tracks en solo. El fuego y los láseres del escenario que comenzaron desde el show de Borgore hacían más épico el momento.
Después el momento que tantos esperaban llegó. Tan pronto R3HAB salió del escenario los gritos de “¡Galantis! ¡Galantis! ¡Galantis!…” se comenzaron a escuchar y parecía que la emoción aumentaba mientras todos veían montar su set up de percusiones. De pronto un show de luces comenzó acompañando su intro y pronto aparecieron ellos para que todo el público gritara al unísono.
Una buena cantidad de sus tracks de su álbum Pharmacy se dejó escuchar, como Forever Tonight, Gold Dust, You e In My Head, que fue uno con los que más lucieron la batería en su show. Su interacción con el público también fue grande y aprovecharon para hacer un “homenaje” a la música house jugando en el mixer con el clásico Calabria.
Igual de emocionante fue cuando tocaron No Money y Peanut Butter Jelly, donde lo mejor era voltear y ver la sonrisa de la gente mientras se dejaban llevar. Los minutos transcurrían y el set se hacía más largo para fortuna de todos, las baquetas volaban en el escenario y ellos brincaban, para que después de tanto llegara el momento de despedirse. Runaway (U & I) era obligada y comenzó a sonar entre gente coreando y fuegos artificiales en el drop, y entre agradecimientos el dúo sacó sus banderas y las hicieron ondear por todo el escenario. La vibra que se vivió durante los últimos sets era impresionante, y fue un cierre difícil de olvidar.
Lo que también fue impresionante fue el cambio del clima, que para cuando Galantis dejaba a todos con ese buen sabor de boca comenzó a volverse loco con un viento muy fuerte y el cielo iluminado por los relámpagos. Lamentablemente eso pudo más y el show de Krewella tuvo que cancelarse, todo por la integridad de los asistentes.
Hellow no pudo haber ido mejor salvo por eso, y no podemos esperar en poder contar una historia similar el año que viene, además de volver a sentir a ese público de Monterrey crear un gran ambiente.