1. Fue promocionada como una película de terror pero no lo es
A pesar de ser promocionada como una película de terror ¡Madre! en realidad es una película con simbolismos y alegorías sobre la Biblia. Muchos espectadores abandonaron la sala al darse cuenta que no se trataba de una película de miedo.
2. Ninguno de los personajes tienen nombre
Los actores principales son Jennifer Lawrence y Javier Bardem los cuales representan a la Madre Naturaleza (Lawrence) y Dios (Bardem) que también es conocido por los hombres como “El Poeta”.
3. El génesis es el primer acto de ¡Madre!
Al comienzo de la película llega un hombre interpretado por Ed Harris el cual representa a Adán y Michelle Pfeiffer a Eva. A continuación llegan los hijos de esta pareja, los hermano Gleeson los cuales hacen referencia a Caín y Abel. El diluvio es con lo que termina este acto con la llegada del diluvio.
4. La metáfora más importante es la destrucción de la Madre Tierra
A lo largo de la historia el comportamiento de la humanidad se vuelve cada vez más violento e irrespetuoso. Lo que hace referencia a la destrucción del planeta Tierra con el descuido y el egoísmo característicos de la humanidad, aboliendo la paz y haciendo sangrar a la Tierra.
5. ¡Madre!, una película sobre la fama y los falsos ídolos
Durante el Festival de Venecia, Jennifer Lawrence afirmó que, para ella la cinta habla sobre fama y los falsos ídolos. No sólo con relación a las religiones, también actualmente con las redes sociales con la creación de las celebridades o influencers. Ya que se da la falta de respeto que puede ocasionar la libertad y seguridad que brinda esconderse en un perfil falso.
6. Aronofsky y Libatique vuelven a trabajar juntos
Al parecer Director de Fotografía de confianza de Aranosky es Matthew Libatique, con quién ha trabajado en otros proyectos como Réquiem por un sueño (2000), El cisne negro (2010) o Noé (2014).
7. Darren Aronofsky se ha caracterizado por transmitir sensaciones incómodas
Por medio de la fotografía y la dirección de personajes, al director neoyorquino le gusta que su público tenga los mismos sentimientos que los personajes y no salir indiferentes del cine. ¡Madre! no se queda atrás y con planos cerrados el espectador sentirá sensaciones de frustración, agobio y angustia.