Foto cortesía de AP Photo/Greg Campbell
El día llegó. Tras anunciarse hace dos meses la bancarrota de SFX y la salida próxima de su CEO, finalmente Robert Sillerman dejó el puesto ayer, 31 de marzo, en la nueva etapa de reconstrucción del monopolio que controla la música electrónica alrededor del mundo.
El conglomerado de festivales y productoras de grandes eventos en Estados Unidos y Europa busca restablecer sus finanzas tras una deuda enorme que los llevó a la quiebra y la privatización fue la mejor opción. El empresario de 67 años se despidió de su puesto en SFX y agradeció a todos los que forman parte de la compañía mediante un comunicado:
“Como la mayoría de ustedes son saben, el jueves, 31 de marzo será mi último día como CEO de SFX. Permaneceré como Presidente de la Junta. La decepción que sé que todos sentimos, no debe ser la impresión duradera que permanezca. Tuvimos una visión audaz, algo revolucionario. A medida que entramos en la siguiente fase, a pesar del lugar donde nos encontramos, hay mucho de qué enorgullecerse. Nos corresponde a todos nosotros enfocar energías y encontrar el camino hacia el éxito que está allá fuera. Estoy seguro de que con la disciplina renovada y combinada con la pasión y la creatividad, nuestros objetivos originales pueden y serán satisfechas.
Como Presidente seguiré disponible para ayudar en cualquier forma que pueda. Mantengo tanto un interés emocional como financiero en el éxito de nuestra empresa y la intención de participar como y cuando se le solicite. Como tal, esto es otra cosa que un adiós; es más un restablecimiento de las funciones con un énfasis renovado en el éxito de colaboración. Si bien no estamos donde queríamos estar, y será, ha sido un honor y un placer”.
¿Cómo será el camino de SFX para los próximos dos años? Es una gran incógnita que para el bien de la industria electrónica necesita mejorar.
Vía Billboard