Uno de los propósitos y/o metas en la vida de los jóvenes hoy en día es asistir a Tomorrowland. El festival que se realiza de manera anual desde hace una década ha puesto la vara muy alta por la mágica atmósfera que brinda durante cuatro días y que enamora desde los primeros minutos. En 2014, Tomorrowland cumplió 10 años en De Schorre, Bélgica de celebrar el amor, la unidad y el respeto multicultural.
La quinceava edición, The Book of Wisdom: The Return, escribió un capítulo más en la increíble historia de Tomorrowland. Adicionalmente, en 2019 se celebró la primera edición de Tomorrowland Winter en los alpes franceses, continúa realizándose UNITE: The Mirror to Tomorrowland en puntos estratégicos del mundo y por primera ocasión, fueron partícipes de Amsterdam Dance Event (ADE) con Our Story – Celebrating 15 Years of Tomorrowland.
Para 2020, el festival se vio obligado a cancelar Tomorrowland Winter derivado de la pandemia global de Coronavirus COVID-19. Por ahora, Tomorrowland Bélgica continúa en pie atento a las órdenes y recomendaciones de las autoridades gubernamentales.
Recapitulamos edición a edición la magia que envuelve a Tomorrowland y que puede apreciarse no sólo en los escenarios, si no en cualquier rincón del recinto desde su entrada hasta lo más profundo del backstage.
2005
El 14 de agosto, la magia de Tomorrowland dio inicio. Aquella fecha será recordada por siempre, ya que cimentaba el misterioso festival de música electrónica. Con Mysteryland como estandarte, Tomorrowland acogió en su primera edición 10,000 asistentes y contó con la presencia de Ferry Corsten, Armin van Buuren, Sasha, Sven Väth y más.
Con enormes criaturas mágicas como decoración, fuegos artificiales, luces y mágicos escenarios, Tomorrowland había logrado su objetivo: Crear la tierra del mañana como refugio para aquellos que querían adelantarse a su tiempo.
2006
“Para soñar, necesitas dormir, y para dormir, necesitas una casa de campaña.”
Para su segundo año, Tomorrowland incluyó un área de camping (Dreamville) para aquellos que quisieran continuar la fiesta y pasar la noche a los alrededores. La estrategia rindió frutos y el festival aumentó a 15,000 su asistencia.
David Guetta, Armin van Buuren y Ferry Corsten regresaron al festival que vieron nacer y que ahora diversificaba su menú con techno, trance, hardstyle y más. Por supuesto que fue exitosa y lució más sólido.
Por primera vez, Tomorrowland añadía un día más a su atmósfera. El 28 y 29 de julio recibió a 20,000 asistentes por día y comenzó su internalización con público europeo interesado por la magnitud del festival.
El primer día, Tomorrowland no estuvo abierto al 100%, sin embargo, el encanto por el festival incrementó y, por supuesto, fueron dos mágicos días repletos de música, permofers, fuegos artificales y un escenario más elaborado. Como era de suponer, el cartel contó con más de 75 artistas distrubidos en los escenarios curados por expertos musicales.
2008
La doble felicidad continuó para el siguiente año y funcionó, a diferencia del pasado, al 100. La diversidad musical siempre fue un pilar que diferenció a Tomorrowland por encima de sus similares. 35,000 asistentes por día llenaron de gloria al festival que también le brindaba una primera oportunidad a talentos nacientes.
Por primera vez, el escenario fue más allá de un relieve y demostró sus dotes artísticos con un show de luces que innovó. Es conocida como la edición “más nudista” por las altas temperaturas y la poca ropa que los asistentes conservaron. 4 años más tarde, el festival crecía de manera frenética y no conocía límites. La tierra del mañana empezaba a rendir frutos.
2009
¿Tan rápido ha pasado media década? Tomorrowland no conocía los límites y triplicó su asistencia en menos de 365 días. El nombre del festival simplemente empezaba a retumbar con fuerza no sólo en Europa, sino alrededor del mundo. Por primera vez, Tomorrowland había vendido la totalidad de sus entradas.
El escenario principal ya contaba con mayor producción que se reflejaba en la mística criatura morada que se veía enaltecido con un par de fuentes, luces controladas, fuegos artificales e incluso bailarines en el escenario. Esto ya no se trataba de la experiencia musical, esto era una experiencia completa por 48 horas fuera de serie.