Fotografías cortesía de Coachella
Coachella, el festival de música y artes realizado desde 1999 en Indio, California celebró una nueva edición durante dos fines de semana de manera consecutiva (del 10 al 12 y del 17 al de abril). La vida en Coachella es diferente. Durante los tres días de festival que dura el festival se puede vivir un ambiente diferente, “fuera de la rutina”, gracias a su buena vibra. El arte, la música, los asistentes y la atmósfera se une para hacer el complemento perfecto.
Desde que te adentras en Coachella, la actitud de todos es diferente; jamás había visto tanta gente cantar y bailar de manera conjunta creando un unísono tan estruendoso. Ya sea en las áreas de estacionamiento, en el camping o en el propio festival, la atmósfera de tranquilidad, pasión y locura se puede sentir desde el primer contacto.
¡Hay opciones para todos! Aquí la diversidad se convierte en un factor determinante dentro de la organización. Puedes acampar, utilizar una casa rodante, hospedarte en un hotel o rentar una villa. Hay austeras y pequeñas pero también hay lujos incomparables que, por supuesto, tienen un costo de acuerdo a su excentricidad. Coachella no es únicamente un festival, es una experiencia de 96 horas sin interrupción que debes vivir por lo menos… ¡Una vez en la vida!
La comida no es problema. Como el alojamiento, existen innumerables opciones para todos que van desde comida vegana, pizza, papas, tacos, hamburguesas, gyros, ensaladas, BBQ además de los stands para refrescarte en los que además de agua había paletitas de hielo, fruta (fresca y muy rica), bebidas energéticas, smoothies y refrescos porque sientes que te derrites. Conclusión: Coachella es tan caro como uno lo desee.
El alcohol se vende en áreas designadas con acceso exclusivo para mayores de 21 años. Ahí se puede tomar vino, cocteles o cerveza, en este caso Heineken contaba con un pequeño escenario, “Heineken House”, donde no solo venden alcohol sino que la fiesta que se hacía ahí valía más la pena que ir solo al jardín a tirarte porque tú y tus pies no daban para más. Durante mi visita a la Heineken House pude ver a Jillionare de Major Lazer donde volvió el lugar la casa del twerk, esas gringas como lo hacen de bien a su lado soy una simple amateur.
Como cada año la oferta musical fue muy diversa y cada grupo aportó algo especial: AC/DC, The Weeknd y Drake quienes además de ser los headliners principales por día dieron lo mejor de sí a los miles de espectadores que los buscaron en el Coachella Stage. Muy específico no sabría decir quiénes fueron los mejores o los “no tan buenos”, porque como dije antes esto es para todos los gustos y yo me dediqué a ver pues grupos que son de mis favoritos como Florence + The Machine, conocer música nueva como FKA Twigs ó seguir viendo artistas los cuales no me canso de ver en vivo como Lykke Li ó ya de plano seguir postergando artistas hasta el fin como St Vincent y Belle & Sebastian.
Año con año, la escena electrónica ha tomado fuerza en los denominados festivales indie y vaya que para 2015 con tan solo dar una mirada al cartel, sabías que el EDM tendría grandes exponentes aunado a sus impresionantes visuales. Sahara Tent fue el hogar de la música electrónica que tuvo grandes arranques de explosividad con DJ Snake, Porter Robinson, Deorro, Cedric Gervais, Alesso, Madeon, Dirty South y David Guetta por mencionar algunos.
Kaskade tuvo el privilegio de tocar en el escenario principal en donde que rompió record en la historia del festival por la gran multitud que convocó. Asimismo, Flosstradumus e Axwell Λ Ingrosso hicieron lo propio con épicas presentaciones en el Outdoor Theatre y tanto Gorgon City como Cashmere Cat en el escenario Gobi.
El arte, sus grandes paisajes y la música se juntan una vez al año en un espacio mágico que le da vida a Coachella, un mundo para todos, sin importar, raza, religión o nacionalidad. Un lugar perfecto para todos aquellos que les gusta la música, la convivencia y vivir al máximo: desde un niño en los hombros de su papá, una pareja adulta bailando entre la multitud, jóvenes en su mayoría mujeres con hula hulas bailando al ritmo de la música alternativa, y parejas de enamorados mostrándole al mundo el esplendor de sus sentimientos.